Hey,
Tu jefe te pide un informe para mañana.
Abres ChatGPT.
"Escríbeme un informe de marketing digital"
ChatGPT te da 800 palabras de mierda genérica que podría haber copiado de cualquier blog de 2019.
Lo lees, lo editas durante 2 horas, y piensas:
"Joder, esto no me ha ahorrado ni tiempo ni esfuerzo."
¿Te suena?
Enhorabuena, acabas de usar la herramienta más potente de la historia como un lerdo.
Como si fuera una Wikipedia con esteroides.
Mientras tanto, hay un tío en tu mismo curro que usa IA para:
Replicar su expertise en procesos automatizados
Crear contenido que suena exactamente como él
Delegar el 80% de su trabajo manteniendo el control total
¿La diferencia?
Tú le preguntas a la IA qué hacer.
Él le dice a la IA cómo hacer lo que ya sabe hacer.
Tú usas IA como consultor.
Él la usa como extensión de su cerebro.
Tú le pides ideas.
Él le da sus ideas para que las ejecute.
Resultado:
Tú sigues currando las mismas horas.
Él produce 10 veces más en la mitad de tiempo.
El problema no es que no sepas usar IA.
Es que no sabes articular lo que ya sabes.
No sabes convertir tu experiencia en instrucciones que la IA pueda seguir.
No sabes ser el jefe de tu propio asistente digital.
Esta semana te enseño la diferencia.
Y el viernes, las 5 reglas exactas para convertir IA en tu clon digital.
—Javi
P.D.: Y te daré una plantilla que podrás aplicar a cualquiera de tus procesos.
¿Como consigo la plantilla?