Hey,
La primera vez que descubrí los bucles abiertos estaba en un hotel de lujo en Benidorm.
No como cliente, obviamente.
Era botones de noche.
A las 3 de la mañana, el Asia Gardens era otro mundo.
Pasillos infinitos de moqueta cara.
Silencio absoluto.
Y yo, con un AirPod rescatado de objetos perdidos (que nadie reclamó)…
…recogiendo pedidos de desayuno colgados de los pomos de las puertas mientras escuchaba 'Buying Trances' de Joe Vitale.
En aquella épica, los libros de copywriting se convirtieron en mis compañeros nocturnos.
Ese día el hotel dormía.
Pero yo estaba más despierto que nunca.
Estaba tan enganchado que di tres vueltas al hotel antes de volver a mi puesto.
Y no era por el libro en sí.
Era por cómo estaba escrito.
Esa noche aprendí dos cosas:
Que los clientes de hoteles de lujo piden unas mariconadas para desayunar que flipas
Que los bucles abiertos son como drogas para el cerebro
¿Por qué?
Porque nuestro cerebro ODIA la información incompleta.
Es como cuando alguien te cuenta el principio de un chiste y le interrumpen:
Tu cerebro se vuelve loco hasta que sabes el final.
O cuando tu madre te dice "han llamado del colegio" y no te dice por qué:
Ya no puedes pensar en otra cosa.
El viernes te enseño exactamente cómo usar esta "droga mental" en tus textos.
Y lo mejor:
Te doy el prompt para que la IA lo haga por ti mientras tú duermes.
Que es justo lo que NO hacía yo a las 3AM.
—Javi
P.D.: Y sí, algún día te contaré qué pedían esos clientes para desayunar.